Querido Antonio, ya han pasado algunos días desde que por algún motivo que desconocemos o no, partieras sin tu maleta y tus preocupaciones, dejando a tus personas con discapacidad, “cientos”, a tus proyectos “muchos e importantes”, y a tus compañeros de este complejo mundo de la discapacidad, “los que te echamos de menos”, sin el aliento de tu buen hacer, de tu saber estar y de tu sabiduría y amabilidad.

 

Hoy todavía es el día que no creemos que te hayas ido sin avisar, para poderte decir que no era el momento, que sabías que quedaban muchas cosas por hacer, que las personas buenas son necesarias en un mundo con grandes discapacidades e invadido por un sinsentido a veces irracional, donde las luchas por la mejora social de nuestra ciudadanía, con discapacidad o no, choca en ocasiones con contradicciones, quizás provocadas por políticas o intereses políticos que en algunos casos, no llegamos a entender. Ante esto tú siempre decías, que lo que se pretende es únicamente mejorar la sociedad desde la experiencia y el conocimiento, especialmente para que los colectivos más vulnerables tengan el espacio que les corresponde.

 

Fuiste uno de los pioneros, no solamente en poner en marcha y consolidar el magnífico trabajo que se realiza desde Aspace Cantabria para las Personas con Parálisis Cerebral, sino que lideraste los inicios de CERMI Cantabria en el año 2001, siendo “el primer Presidente” de esta plataforma de representación institucional y política del Sector de la Discapacidad en nuestra comunidad, hoy absolutamente necesaria para, al menos contrarrestar en parte, esos ocasionales despropósitos de nuestra realidad social.

 

Por todos estos motivos y muchos más, consideramos necesario que nuestra sociedad de Cantabria sepa que nos has dejado un hondo espacio que difícilmente podremos cubrir y que además no queremos cubrir; que has sido un actor fundamental en la historia de nuestra tierra como referente en la defensa de los derechos de las personas con discapacidad. Eso sí, hay que decir que no te fuiste sin finalizar junto con otras muchas personas, la consecución de una “Ley para las Personas con discapacidad”, que seguiremos trabajando siguiendo tus enseñanzas, para que los derechos que ésta establece, sean ejercidos efectivamente por estas personas.

 

También te echan de menos las personas que conforman la Fundación Tutelar Cantabria que lideraste como Presidente durante varios años y donde conseguiste no solamente orientar ese proyecto de apoyo a la capacidad jurídica, sino también ganarte el corazón de las personas tuteladas por esta institución, nunca imaginaste que fueras a tener tantos hijos.

 

En definitiva, queremos que estas humildes palabras sirvan de agradecimiento a todo lo que nos has dado de forma incansable y a la vez sosegada hasta llegar al último aliento, ya que algunos pensamos que para ti eso no fue suficiente y también tenías que entregar tu propia vida.

 

Decimos en el título que has sido una paradoja, ya que no podías soportar las contradicciones que de forma sucesiva la realidad nos pone en el camino y que además no resulta sencillo luchar contra ellas; tu conocimiento junto con tu aguda inteligencia, nos servían a muchos de guion para situarnos siempre en el camino correcto. Ese buen hacer, junto con el camino es el mejor regalo que nos has dejado, no dudes que lo seguiremos, ya que Antonio Ruiz Bedia nos acompañará siempre en ese recorrido diario, a veces agotador pero por otro lado satisfactorio, de la construcción de un mejor futuro para las personas con discapacidad. Gracias por todo y hasta siempre.

 

CERMI Cantabria